Si has leído el título del post cantando, ya tienes una idea de lo que va a ir la manualidad de hoy. Y para los que no, deciros que no, que no me he vuelto loca y estoy pensando ya en el invierno. Me gusta mucho el otoño, y exprimir todos los días al máximo. Así que ¿a qué se debe esta entrada venida del reino del hielo? ¡Sí, habéis acertado! El pequeño Olaf, de Frozen, la peli de Disney. Nos encantó cuando la vimos, y Alba canturrea parte de esta canción sin parar. Ahora con ‘Frozen: sing along’ recién estrenada en los cines, no he podido resistirme ni a hacerle su muñeco ni a planificarlo todo para poder volver al cine y cantar las canciones a todo pulmón.
La manualidad es muy fácil. Necesitáis rotuladores permanentes, al menos negro y naranja, y una taza blanca que podréis conseguir en el chino o en el bazar de la esquina. Y un poquitín de práctica, ya veréis por qué os lo digo.
Ya usé los rotuladores permanentes en cerámica las navidades pasadas, cuando hicimos las bandejas para dejar dulces a SSMM los Reyes Magos de oriente 🙂 . Entonces el tema fue libre. Ahora vamos a buscar un poco de inspiración en internet. Buscad en google, y tendréis un montón de imágenes. Cuando tengáis la que os gusta, practicad un poquillo con el dibujo. Es muy fácil dibujar a Olaf, pero es increíble lo expresivo que es este muñecajo… ¡os aseguro que entre dibujarlo alegre o con un cabreo de tres pares de narices hay una línea muy, muy fina! Y si no, ¡probad a cambiar la posición de las pupilas y la forma de las cejas! A los peques les va a gustar. Seguro.
Este fue un boceto de la idea que quería. La cara de Olaf en un lado de la taza, y una de sus frases en el otro lado. Para los que no hayáis visto la peli, os diré que es un muñeco muy, muy ingenioso, y por eso nos deja varias frases memorables. Mis favoritas son «Me gustan los abrazos calentitos«, porque a mí también me encantan y «Vale la pena derretirse por ciertas personas«, porque estoy totalmente de acuerdo. La taza es para Alba, cualquiera de las dos frases le van fenomenal, pero me quedo con la primera por los muchísimos abrazos que me quedan por darle.
Esta es la taza por delante.
Y me pareció que escribir la frase con letras de colores por detrás, podría ser buena idea.
No os de miedo dibujar en las tazas. Hasta que no la horneéis, el rotulador no se vuelve permanente. Y si os equivocáis, tan sencillo como borrar el dibujo con acetona o alcohol, y volver a empezar.
Una vez tenemos la taza terminada, sólo queda meterla en el horno a 150ºC durante 30 minutos. Hasta que no se metan al horno, los dibujos no son permanentes. Aguantan bien, aunque he de decir que los platos que os enseñaba arriba sólo se han lavado a mano… por si las moscas.
Esta es la letra y el vídeo de la canción. La parte que le encanta a Alba es cuando Anna le pide a Elsa que el muñeco sea de verdad. Os lo dejo todo para que vayáis ensayando.
Hazme un muñeco de nieve, venga vamos a jugar. Ahora ya no te puedo ver, no sé muy bien, que ha podido pasar. Éramos inseparables y ahora ya no. No lo logro comprender. Hazme un muñeco de nieve, uno que sea de verdad. Hazme un muñeco de nieve, o ven en bici a montar. Que necesito compañía ya, porque a los cuadros ya les he empezado a hablar Me siento un poco sola, y me aburro ya, mirando las horas pasar. Sé que estás ahí dentro. Todos preguntan donde estás, dicen que intente tener valor. Ya no puedo más, déjame entrar. Ya no nos queda nadie, sólo tú y yo. Y ahora que va a pasar… Hazme un muñeco de nieve.Espero que os haya gustado esta manualidad. Las peques tienen cada una su tacita para ensayar las canciones antes de irnos al cine a cantar. Y no creáis que se han quedado sin hacer nada… Alba ha estado haciendo ‘dibujos’ de Frozen en un cuaderno (eso sí, color rosa), y Sara se ha dedicado a dibujar varias veces a Elsa. Se enfadaba porque no le quedaban como en la película, pero a ver si os los enseño, porque a mí me parecen la bomba.
¿Qué os parece convertir algo que les ha gustado a vuestros peques en manualidad? ¿Lo habéis hecho alguna vez?