Si me sigues habitualmente, ya sabrás que cualquier excusa para hacer una fiesta me parece perfecta, y que Halloween no lo dejo escapar ni de broma. Eso sí, sin complicarme la vida con decoraciones muy sofisticadas, pero dejando mucho tiempo a los juegos, como con el teatro de sombras o Pumpkin, que ya son todo un clásico en casa. Si te perdiste las entradas de estas manualidades, te recomiendo que te des un paseito por ellas, porque con esos juegos vas a triunfar seguro en tu fiesta.
La manualidad (si es que se le puede llamar así) de hoy es una opción super rápida para ambientar un poquito tus fiestas de Halloween. Además, es muy divertida para los peques, que pueden crear ellos mismos sus propios fantasmas. Los materiales, bien sencillos: globos naranjas y negros, y un rotulador permanente.
Sólo falta inflar los globos más o menos del mismo tamaño, y empezar a dibujar caras en ellos. Pueden ser caras terroríficas, alegres, asustadas, risueñas… lo que se nos ocurra. Si dejas que los peques dibujen sus personajes, verás enseguida que las opciones son infinitas. Eso sí, cuidado con el rotu, ¡que es permanente!
Una vez secan los dibujos, que es prácticamente al momento, los globos no manchan nada… hasta que se explotan. Hay que contar la parte menos glamurosa de las manualidades, así que yo te aviso. Si un globo explota, se ve que tanta tinta no cabe en un trocito de goma tan pequeño, y de repente empieza a soltar un polvillo negro nada, pero nada interesante. Eso sí, atención a los peques porque enseguida le pueden dar uso como complemento a su maquillaje de Halloween. Bueno, vaaaale, lo mismo exageré un poco. Pero pasar, pasa.
Si te apetece sacar algo didáctico de todo esto, puedes aprovechar para hablar de las emociones con los peques, algo que nunca viene mal. Pero lo importante es pasarlo bien y que con poco esfuerzo conseguimos una ambietación estupenda. A mí me gusta dejar los globos por el suelo, especialmente si tenemos fantasmas y brujitas gateando alrededor. Se lo pasan genial con ellos. Y no, con los negros no hago nada. Están ahí por hacerlo todo un poco más ‘pomposo’, y para llenar el suelo todavía más.
Antes de acabar, comentar un pequeño inconveniente añadido, que es hacer desaparecer los globos cuando la fiesta de Halloween ha pasado. Con los negros no va a haber problema, pero espera a ver cómo se encariñan con las caritas. Yo tengo que montar toda una estrategia para ir haciéndolo poco a poco.
Como ves, es una idea super sencilla, pero muy divertida. ¿Te animarás con los globos este año?