Top Secret es un libro que no se lee. En él se puede hacer casi cualquier cosa que se te pase por la imaginación. «Top Secret – diario para mentes creativas» es un libro para no parar de experimentar cosas nuevas. Siempre me han gustado mucho más los libros usados que los libros nuevecitos, me parece que el uso es señal de haber disfrutado de ellos. Si a ti también te pasa, prepárate, porque cada día que toques este libro irá cambiando a mejor. A mucho mejor.
Este libro de Idoia Iribertegui de Ediciones B, hace una llamamiento directo a dar rienda suelta a la creatividad. Pinta, pega, recorta, afila, imagina… Está pensado para niños a partir de nueve años, pero en casa tengo una de seis que está encantada con él. Es demasiado tentador tener el libro en casa y no aportar en alguna de las páginas los mayores. En realidad, yo creo que no tiene edad. Así que este diario puede que sea Top Secret, pero aquí no va a ser nada personal. Todos aportamos algo, y lo pasamos fenomenal. Sus hojas son como pasatiempos todos diferentes, que a la vez nos van a enseñar un montón de técnicas que podremos aplicar en cualquier otro trabajo que hagamos en el futuro.
En casa ha gustado mucho porque es verdad que desarrolla la creatividad. Puedes elegir la hoja que más te apetezca hacer, o sacar una al azar. Hay para todos los gustos. Más de 60 actividades tan diferentes como soplar acuarela con una pajita, dibujar sólo con un color, pintar usando una cartulina, hacer un cielo de bolitas de papel, inventar animales nuevos, mirar por el ojo de una cerradura o acercarnos un poquitito a Dalí o Picasso. Idoia ha pensado en todo ¡hay hasta un día para no hacer nada!.
Mira bien el libro el primer día que caiga en tus manos, porque en un par de semanas ¡no lo va a reconocer ni tu madre! No digas que no te lo advertí. Te voy a enseñar alguna hoja que ya hemos ido rellenando, para que te pique todavía más la curiosidad. Esta es nuestra hoja del rojo. La hemos sacado a relucir, por eso está tan super llena. Aún veo trozos de papel en blanco, por lo que sospecho que algún dibujito más caerá.
La hoja de las texturas me encanta. Porque además me ha traído recuerdos de otros tiempos. Mi papi me esneñó a dibujar así monedas en el papel. Me encantaba ver como poco a poco iba apareciendo el dibujo que tenían. Era como magia. Más tarde, ya en el instituto nos enseñaron en clase de biología a margar así las cortezas de los árboles para completar nuestros herbarios. Dudo mucho que hoy en día con las cámaras digitales y los móviles tan a mano a nadie se le ocurra ir recogiendo como es la corteza de los árboles de esta manera, pero ahí está la técnica. En casa usamos monedas, collares, juguetes, recortables de papel, una llave… Todo vale, todo menos marcar las monedas por el lado de la cara, porque según mis hijas, de ese lado son más feas.
Con esta actividad de los besos, nos lo pasamos fenomenal. La hoja queda muy chula, pero es que el ‘making of’ da mucho, muchísimo juego. Luego nos estuvimos riendo un rato de la forma de besar de cada uno. Es una hoja llena de cariño. Sólo si se está de buen humor se puede rellenar algo así, ¿no crees?
Por aquí estamos entrando en las vacaciones de verano. No se me ocurre mejor cuaderno de vacaciones que ayude tanto a desconectar, cambiar el chip y trabajar la creatividad, que Top Secret. La creatividad es un arma poderosa, más de lo que muchos imaginan. Gracias Idoia, por esta colección de actividades.
Y tú, ¿qué piensas de este tipo de actividades? ¿Te gustó el libro?
* Post escrito en colaboración con Boolino.