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Vamos a jugar a policías y ladrones

Empieza la partida

Hace unos días surgió en una cena de amigos el tema de los juegos de cuando éramos pequeños. No podía dar crédito a que mi entorno más cercano no tuviese ni idea de en qué consistía el juego de Policías y Ladrones. Así que decidí seguir preguntando y ampliar un poco el radio de la encuesta. Pero nada. ¡Ninguno de los preguntados había jugado nunca!. Ni sabía de lo que le hablaba, vamos. Pensé enseguida en contar por aquí en qué consiste, haciendo una manualidad.

He pasado horas y horas de verano cuando era pequeña, jugando con mis primos a esto. Así que os aseguro, que con el post de hoy y si os vais a juntar con bastante niños, podéis sacar unos buenos ratos de tranquilidad. Para que no me digáis que no pienso en vosotros. ¡Ah! y yo lo hago con una mini manualidad de por medio, que si queréis y sin que yo me entere, os la podéis hasta ahorrar sustituyéndola por una simple hoja de papel cortada en trocitos.

El juego del asesino que es como lo llamábamos los primos (os doy permiso para que le cambiéis el nombre, si a algunos os puede sonar un poco fuerte), ha sido para nosotros, casi tan memorable como las acampadas en el salón. Guardo muy buenos recuerdos de los dos. Atención, que va manualidad fácil con cosas que hay por casa, que pueden hacer los peques, y que además es un juego, como hicimos con Pumpkin o con nuestra diana. Esta vez vamos a necesitar chapas, esmalte de uñas, un rotulador permanente, y una bolsita para guardarlo todo.

Chapas para jugar a asesinos y ladrones

Hay que preparar un policía, un ladrón o asesino (o las dos cosas, nos vamos a cebar con este pobre), y muchos, muchos ciudadanos. Aunque se puede jugar desde cuatro personas, este es un juego yo diría que al menos para cinco para que sea divertido, y que se pone mucho más interesante si aumenta el número de participantes. Los peques pueden ayudar pintando las chapas y con los dibujos.

La parte de atrás se puede pintar en otro color pero todas igual, para que no se distingan entre ellas. Aquí están, unas cuantas secándose.

Empieza el juego

En esta misma posición, boca abajo, empieza el juego. Para la partida, necesitamos tener un policía, un ladrón, y tantos ciudadanos como sea necesario para completar el número de jugadores. Después de remover bien las chapas, cada jugador coge una y la mira sin que la vean los demás. Nadie dice qué ficha tiene.

¿Que hay que hacer? Fácil: el policía tiene que adivinar quién es el ladrón. Y mientras el policía está atento al más mínimo movimiento, el ladrón tiene que matar a todos los ciudadanos (o hacerles levantar los brazos, en una versión más light). Y los mata cuando el policía no mire, guiñándoles un ojo. El ciudadano entonces tiene que contar para sí hasta cinco desde que le guiñan el ojo, y decir después en voz alta que está muerto.

Ciudadano muertoLa partida acaba cuando ya no quedan ciudadanos, o cuando el policía ha descubierto al ladrón. Y ladrón, mucho cuidado no guiñes el ojo sin darte cuenta al policía, porque entonces… te habrán pillado, y se acabará también la partida.

Pierde

Jugamos todas las partidas que queramos, y ya está, recogemos después las chapas en una bolsita, y estamos listos para llevarlas a la siguiente reunión que se tercie.

Juego del asesino para llevarDedico el post en especial a todos los que habéis sido niños sin conocer este juego que yo hacía con trocitos de papel cuando era peque. No seáis tontos, y aprovechad a descubrirlo ahora con los peques, que este juego es uno de esos que son muy divertidos precisamente por lo simples que son. Y los que sí habéis jugado alguna vez a esto, ¡decídmelo, por favor! ¡Que pueda demostrar que mi familia no es la única que lo conoce!

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Acampar en el salón.

Plan nocturno en el salón

El post de hoy no es una manualidad. No va de cómo usar un rotulador de forma diferente, ni de como los pequeños pueden preparar regalos chulísimos con sus manitas, ni de contar lo mucho que nos manchamos con la última. Nada de eso. Va, de crear momentos especiales con los niños. Y de paso, también para nosotros.

No hace falta invertir un riñón para crear momentos divertidos para los peques, es mucho más sencillo de lo que parece, y hoy os quiero dar una idea que os puede gustar. Os voy a contar lo que hacemos nosotros de vez en cuando y nos chifla. Surgió como ‘regalo’ para el día del padre, que por solidaridad, hemos extendido a otros días. La última, para el día de la madre. Acampar en el salón. Lo teníamos en forma de estrella en el bote de planes que de vez en cuando sale a relucir. ¿Os acordáis de aquel post?

Si estáis pensando en un salón hiper monísimo de la muerte, digno de aparecer en cualquier tablero pinterest, os estáis equivocando. De hecho, lo más divertido no es el resultado, si no el proceso de como preparar la acampada. Aunque se tenga jardín a mano y se pueda hacer una acampada en toda regla, el hecho de hacer algo tan raro como hacerlo en el salón, ya es divertido para los peques. ¡Y puede hacerse durante todo el año!

  1. Contamos en que consiste, y vamos preparando poquito a poco a los peques un par de días antes de la acampada. Así podréis oír, como yo este año, ‘Mami, estoy impaciente por acampar’ o ‘Mami, ¿cuando es la acampada?’.
  2. Cambiar de alguna forma la iluminación del salón. Este punto va a ser opcional, pero yo lo incorporo a la rutina de la acampada, porque es el único uso que le he encontrado a una lámpara que compré hace tiempo que cambia de color, que me costó un poco cara y no consigo amortizar (os cuento esto ahora que nadie nos oye). Este año nos hemos peleado por tener todo en color azul, o en color rosa. Poner un tono cálido en casa como luz ambiente da un poco de repelús, ¡pero a las peques les encanta!
  3. Colocar el colchón en el salón. Se puede usar un colchón de camping, pero otra opción un poco alocada y que por tanto encantará a nuestros peques, es llevar el colchón de la habitación al salón. Y por supuesto, haciendo que nos ayuden con todas sus fuerzas en el transporte.
  4. Preparar cuentos para elegir lectura durante un buen rato. Elegidos por los niños.
  5. Preparar algún juego que no sea muy aparatoso. Los de cartas son perfectos.

Atentos al tercer punto, porque de verdad que el rato que se pasa transportándolo por el pasillo, es genial. El colchón debe manejarse despacito en las esquinas, pesa, se tuerce para los lados, una risa. Esa noche oí un par de veces «Mamiiii, ¡que divertido es esto!», al día siguiente me pedían acampar otra vez, hasta lo contaron a sus amigos días después. En fin, ¡un diez!

También cuando ya casi estábamos dormidos, preguntaron «Mami,¿crees que los otros niños del cole habrán acampado esta noche?» a lo que tuve que contestar «No creo, peque. Esto es una tontuna que hacemos en esta casa» No nos engañemos, acampar en el salón y apretarnos un poco por un día en lugar de dormir en nuestras habitaciones plácidamente, no es algo muy popular. Si me queréis copiar algún día, en la próxima acampada cuando me pregunten, contestaré que seguro, seguro, en algún rincón hay alguien más pasándoselo igual de bien que nosotros.

Hasta el infinito y más allá

Hasta el infinito y más allá

Me encanta esta frase de Toy Story, ¿no os parece? Me gusta mucho por lo que significa, y por la fuerza que transmiten sólo seis palabras. Pero lo que más me gusta de «Hasta el infinito y más allá«, y con diferencia, es que me la enseñó mi hija mayor cuando aún estaba en la guardería, con sólo dos años y antes de que yo conociese la película.

Ella la usa para decirme lo mucho que me quiere, yo se la voy a copiar para hacer lo mismo, y poder decírsela a las dos cada vez que empiecen algo nuevo, estudios, trabajo, una relación… lo que sea. De momento, esta y esta otra frase que ya os enseñé en el blog, me parecen lo mejor de lo mejor para poder desearle a una persona. Con la foto de hoy, he hecho una lámina para colgarla en su cuarto. ¡Me encanta!

El corazón, super rosa, es el dibujo que elegimos para decorar un capazo que hemos usado muchísimo. Si queréis ver cómo lo hicimos, tenéis todos los detalles aquí.

Y a vosotros, ¿os gusta la idea de poner alguna frase bonita en el cuarto de los niños? ¿Tenéis alguna frase preferida? ¡Contádmelo todo!

¡Bienvenido 2015!

El mejor deseo

Escribo el primer post del año dando las gracias a todos los que habéis echado de menos las actualizaciones, y me habéis preguntado si todo iba OK. Es un honor teneros a todos al otro lado, de verdad. Las últimas vacaciones fueron de desconexión total, de abrazos, de besos, de salir a la calle, de jugar, y también de hacer alguna manualidad que otra, pero sin cámara a mano… Así que si os enseño algo en estos días, será sin paso a paso. Pero no os preocupéis, que son todo cosas muy facilitas. Esto de la desconexión sienta muy bien. Si os habéis olvidado de probarlo, os animo a que lo hagáis pronto.

No quería retomar el blog sin hacer un mini balance de lo que fue el año pasado. Siempre me gusta hacerhacerlo, y preparar los propósitos del que entra, aunque sin ser demasiado exigente, que ya sabemos que es fácil si lo somos demasiado, que alguno se escape sin cumplir. El 2014 fue un año tipo montaña rusa, pero como me gusrta quedarme siempre con lo bueno, y olvidar lo malo, dejadme que lo resuma con la frase que ilustra el post. Me encontré con ella por casualidad el año pasado, y aunque no he encontrado a su autor, me parece buenísima.

El 2015 convertirá mi bebé en una niña preciosa y super alegre. En realidad quedan pocos días para que esto suceda. Alba cumplirá tres años en Marzo, y aunque ya hay muy pocas cosas que me recuerden al bebé que fue, me tomé la licencia de alargar el tiempo de bebé hasta los tres años. Me gustaba demasiado como para dejarla escapar con dos 😉 En este año diremos adiós definitivamente al chupete, y a los pañales de dormir. Iremos a las fiestas de carnaval, del rojo, del azul, de la primavera… Tendremos la ceremonia de graduación de la guarde. Y después del verano, empezaremos el cole de mayores. Muchos cambios.

Para Sara, el 2015 también será la bomba. ¡Acabará de aprender a leer y a escribir todo lo que le apetezca! Y todos sabemos que hay un antes y un después de este momento, ¿verdad?. Iremos también a todas sus fiestas (ya sabéis que por aquí nos apuntamos a un bombardeo). Y además, cambiará de ciclo en el cole. Empezará primaria. Seguro que con muy buen pie.

En el trabajo, dos super proyectos. Uno de ellos arrancando, y muy interesante. Ojalá vaya todo según lo previsto, porque hay muchas personas que se pueden beneficiar de él.

El blog sigue creciendo mucho. Señal de que os gusta, y de que seguís alguna de las ideas que escribo aquí. ¡Muchísimas gracias! Seguiré en ello, seguro. Es demasiado lo que me gusta como para no hacerle el hueco y seguir alimentándolo.

Y para poner la guinda a todo el pastel, en el 2015 celebraré mi décimo aniversario. Estaréis conmigo en que con tanto hito tiene que ser un año 10. ¡Seguro que sí!

Sin embargo, a pesar de todo lo que se avecina, no le voy a pedir mucho al año. Lo dejaremos rodar todo. Sólo le pediré que nos deje salir airosos de un par de temas de salud que planean sobre algunas personas muy cercanas y que nos trajimos del 2014, y eso sí… que me deje estar a la altura para poder dar el apoyo que sea necesario cuando se necesite.

Para todos vosotros, que tengáis posibilidad de llenar el 2015 de buenos recuerdos, y que tengáis varios momentos en los que seáis tan felices que no sepáis si vivís o soñáis. Espero que vuestro año pinte bien… ¡contadme!

Feliz Navidad

Feliz Navidad

Os deseo Felices Fiestas, y sobre todo, que aprovechéis para pasarlo genial con los peques que tenéis alrededor. No hace falta hacer grandes cosas. Estas fechas son mágicas para ellos, y dejan recuerdos para siempre.

Besos. Gracias por estar ahí.

Christmas navideños con árboles de cartulina

Abetos por Navidad

Hoy echamos mano de cartulina, pegamento y tijeras para hacer una felicitación de Navidad de lo más bonita. Los peques podrán hacerla ellos solos, o ayudar si son muy pequeños. Vamos a hacer un árbol de Navidad con cartulina, y a decorarlo como más nos apetezca. Así que empieza en el blog la temporada de manualidades navideñas, con una idea para hacer una tarjeta, igual que hicimos con esta postal con purpurina el año pasado.

He visto la idea original en pinterest, y nosotros hemos hecho nuestra propia versión de los arbolitos convirtiéndolos en postales. Los materiales son muy fáciles de conseguir. Cartulinas verdes, y papeles de los colores que más os apetezcan. Pata hacer las estrellas del árbol yo usé unas formas de flor en goma eva precortada. Y yo rescaté del cajón de las manualidades un rollo de cuerda de papel que les va a ir fenomenal, aunque usarla o no es opcional. No están en la foto pero también usé, cartulina blanca y sellos… luego os lo enseño.

Materiales

La manualidad no necesita mucha explicación, pero os cuento como lo hice con las peques. Para sacar los círculos, lo más fácil para ellos es usar una plantilla. Como tenemos una bolsa enorme llena de tapones para reciclar, fuimos a buscar allí las tapas. Hemos usado de tres tamaños diferentes.

Plantillas

Se monta con pegamento, y colocando los círculos como si fuesen escamas. Esto no tiene que ser muy exacto, dejad que los peques lo vayan montando a su aire. Necesitaréis dos círculos grandes, tres medianos, y cinco pequeños en distintos tonos de verde. Dejad que los ordenen eso sí, de mayor a menor. En casa usamos cola blanca para pegarlos. Os vale igual el pegamento de barra para esto.

Hojas del arbol

Mientras va secando, sacamos la perforadora, y empezamos a hacer circulitos de los colores que más nos gusten. En casa nos gusta mucho, ya os lo he comentado alguna vez. Pero con esta manualidad tuvimos lío en casa. Sara quería adornar su árbol con muuuuuuchas ‘bolas’, así que se puso como loca a hacer agujeros por aquí y por allá. Y Alba en cambio, decidió que los circulitos podían ser un confeti estupendo, y no hacía más que tirarlos por los aires. Cuando se hayan cansado de la perforadora, les dejamos que decoren su árbol como más les guste. Para esto sí os recomiendo mejor el pegamento de barra, porque mancha menos que la cola blanca.

Bolas de Navidad

Estamos casi en el último paso. Añadimos nuestro espumillón particular (si queréis podéis usar un cordón, una cinta o lana), y como no, una estrella en lo alto del árbol. La cuerda de papel que usamos nosotras va bien sujeta por detrás con cinta adhesiva.

Hablando de esto me he acordado de los buenos momentos que nos han dado en casa las palabras navideñas. Como dice la prima de los bombones, es que son palabras que se usan sólo una vez al año y claro, cuando salen, pues salen de esa manera… ¡O incluso no salen por mucho que nos empeñemos!. Hace unos días Sara me hablaba de unos limpiapipas monísimos que había visto en una tienda, y que teníamos que comprar para hacer alguna manualidad con ellos. Eran muy graaaandes, y suavecitos. Con lo que le gustan las manualidades, la palabra limpiapipas sí que la conoce de sobra. Así que un día me llevó a ver los limpiapipas gigantes que resultaron ser espumillón. Ahora ‘espumillón’ no le sale muy fluído, así que me parto de la risa con ella. Todo esto va a nuestra libreta de primeras palabras, para que no se nos olvide nada, nada.

Arbol de Navidad super fácil

Vuelvo a la manualidad, que me despisto. Me pareció buena idea pegar por detrás una cartulina blanca donde podamos felicitar las Fiestas a las personas que más queramos. Para recortarla, dibujamos la silueta del arbol primero, y luego la recortamos dejando aproximadamente medio centímetro de margen hacia dentro. La cartulina tapa el celo con el que hemos sujetado todo y convierte nuestros árboles en tarjetas. ¡Genial!

Felicitación de Navidad

Seguiremos haciendo manualidades de Navidad en los próximos días, que se acercan las vacaciones y viene muy bien tener unas cuantas ideas para estar entretenidos a mano. Aquí tenéis alguna manualidad para Navidad que ya he publicado en el blog.

Nos lo hemos pasado muy bien haciendo estos arbolitos, y os lo quería enseñar. Es una manualidad cero complicada y que queda muy alegre. ¿Os animaréis con ella? ¿Qué os parece la idea de que los peques hagan sus propias tarjetas de Navidad?

 

Disfraces de otoño o cómo hacer un disfraz de castaña

Disfraz de castaña

«Y a Alba le ha tocado, ¡¡¡venir disfrazada de castaña!!!» ¡de castaña! Creo que estuve releyendo varios días la nota que llegó de la guardería en la que nos decían como se habían repartido los disfraces de la fiesta del otoño. ¡Con lo fácil que habría sido pedir algo que tuviesen los chinos! En las notas de los niños había castañas, hojas, naranjas, limones… todo facilito, facilito, vaya.

Antes de ponerme a pensar en como hacer la castaña (por favor, leedlo sin doble sentido), miré en unos cuantos chinos que venden disfraces, a ver si sonaba la flauta y me lo daban ya hecho. Cuando uno no tiene ni idea de coser, y de eso dará fe este post, se agudiza el ingenio de una manera increíble. Eso sí, emepzando siempre por lo más sencillito Después de visitar tres o cuatro tiendas distintas, una que es perseverante, cambió el chip a cualquier disfraz que viniese con una tela grande marrón. Cualquier cosa me valía. Pues nada, lo más parecido que encontré fue un disfraz de Yeti que ante la idea de castaña peluda me mandó directita a casa a seguir dándole vueltas al asunto.

Y mira por donde, recordé que alguien me había dicho alguna vez que habían hecho un disfraz de castaña con la funda de una maleta. Y yo tenía fundas de maleta… ¡marrones! Como podéis comprobar, en el Mundo ya ha habido al menos dos personas con la suerte de tener que hacer este disfraz de castaña. Y como eso incrementa peligrosamente la probabilidad de que te pueda tocar a tí hacer lo mismo, he decidido contaros como hicimos el nuestro. Mis fundas de maleta estaban hechas polvo… pero sólo le iba a pedir a una de ellas aguantar un día. Luego podían autodestruirse si les parecía bien. Así que me fui al trastero, y me subí esto.

Funda de una maleta

La funda mide aproximadamente, unos 75cm de ancho por 50cm de alto. Las medidas son aproximadas, no me toméis al pie de la letra que os conozco, y de lo que se trata es de coger la idea. Está hecho para una niña de dos años y una vez metida por la cabeza sin atar, le llega más o menos por debajo de las rodillas. La abertura para el asa de la maleta va a ser el cuello del disfraz, ya está hecho. Lo primero que hay que hacer es recortar las esquinas para que la funda asiente un poco mejor en los hombros. Aquí tenéis que coser un pespunte. Os dije que no era un post de corte y confección, pero no que no tuviésemos que echar mano de aguja e hilo.

Corte para los hombros

Después de hacer esto, lo probamos y a la altura de los brazos cortamos media circunferencia para sacarlos. Ya no necesita mucha más cosa. El mismo cordón que lleva la funda nos va a servir para atar el traje a la cintura. Poquito a poco va tomando forma de castaña. Pensé añadir algo de relleno, pero como tiene bastante volumen abajo, creo que no es necesario. Os lo dejo a vuestro criterio. Además, si no le metemos nada dentro, más cómodo para los peques. De hecho, tenía tanto volumen, que como a la altura de la cintura y en los lados le di un par de puntadas para quitarle vuelo.

Traje confeccionadoAún faltan un par de detalles para darlo por terminado. Uno es ayudar a que se vea la castaña un poco mejor, pintando vetas en colores ocres y marrones. La parte de abajo de la castaña hay que hacerla bastante ancha, porque mucho quedará escondido al atar el disfraz en la cintura.

Para dibujar en el disfraz usé ceras blandas. Y después usé laca para el pelo para fijar un poco los colores. Así empecé el dibujo, y fui cubriendo cada vez más la tela hasta dejarlo como veis en la primera foto del post.

Dibujo del disfrazAdemás del vestido hice un tocado para imitar el piquito de la castaña. Eso sí, he visto muchas castañas :-), y ahí jugaba con ventaja para los detalles. Luego le puse una nota de color con unas hojas y unas flores de tela que encontré en los chinos, que de esto sí tenían… ¡a mares!. Recorté las que más me gustaban, y me quedé con estas.

Tocado de otoñoTodas juntas quedaron así de monas. No son hojas de castaño, pero si queda un poco otoñal, que era el tema de la fiesta.

Ramo de otoño para disfrazUsé uno de los picos que habíamos recortado para hacer la forma de los hombros del traje para hacer el ‘tocado’, y pensé que sería mucho más sencillo de llevar si lo cosía a una diadema que si lo sujetábamos con horquillas.

Materiales para el tocado de castaña

Pinté de blanco el pico de la castaña cuando ya estuvo todo montado, y ¡listo! Disfraz de castaña preparado para la fiesta del otoño.

Tocado de castañaAlba se fue encantada al cole con su disfraz casero. Espero que os haya gustado el post, y que si por casualidad habéis llegado aquí buscando como hacer un disfraz de castaña os haya dado al menos un par de ideas. Que eso también hice… buscar en google, pinterest… y nada de nada (o al menos nada que me convenciese).

Así por curiosidad, ¿me contáis cual es el disfraz más raro que habéis tenido que hacer y como lo hicistéis? Contadme, que todo son ideas y todas son bienvenidas.

Fábrica de broches Monster High

Broche Monster High

Esta semana no me he podido resistir a enseñaros una manualidad que me ha encantado. Esta vez no la he hecho yo. De hecho, no he tenido nada de nada que ver con ella. Eso sí, tenía que enseñárosla, porque además de que estoy más ancha que larga con ella, me perece una idea genial como regalito para las fechas que se avecinan. Es la primera manualidad que ha pensado Sara solita. Es un broche Monster High, según lo ha bautizado ella. Le encantan las Monster High, esto ya os lo había contado, ¿verdad? El broche está hecho de tela, pero igual que me pasó la semana pasada con la pulsera de lana, no tengo fotos de los materiales. Esta vez el motivo es que hizo la manualidad en casa de sus abuelos sin que yo estuviese (ya he avisado de que la próxima vez que pase algo parecido hagan muchas, muchas fotos)

Si queréis que vuestras peques pasen un rato genial haciendo sus broches de Draculaura, lo tenéis bien, pero que bien fácil. No hay foto de materiales en el post, ya os lo he dicho, pero si os digo la verdad, es que tampoco las necesitaba demasiado. Ahí va la lista de cositas con las que os tenéis que hacer: tela fina del color o estampado que queráis (¡imaginación al poder!), cola blanca, goma eva y un arfiler tipo imperdible. Cuatro cosas, y al alcance de todos. Bien sencillito.

Cuando pensaba que nos estábamos curando de la fiebre por el rosa en parte gracias a Frozen, reaparece la fiebre Monster High y de Draculaura. Esto sólo lo entendéis los que lo sufrís igual que yo. Los que os empecéis a perder de lo que estoy hablando, podéis echar un ojo en google para poneros al día. Al menos el rosa es fuerte, y va acompañado de algún detalle en negro para compensar. Y si no, mirad la falda que ha elegido Sara para conbinarlo. Mejor imposible.

Broches para niñas pequeñitas

La idea de los broches la ha sacado de unos chulísimos que hace su tía. Ella usa lazos, telas, lentejuelas… ¡miles de cosas! Las cajas donde guarda todos sus materiales se convierten en una especie de baúl de los tesoros cuando vamos de visita a su casa. Os cuento como hizo este broche Sara con sólo cinco añitos. El punto de partida es cortar tiras de tela más o menos iguales. No tineen que ser exactos, pero sí aproximadamente de la misma longitud y ancho. Para que la tela no se deshilache demasiado, podemos diluir un poco de cola blanca en agua, y pintar con esta mezcla cada trocito de tela con un pincel. Esto hará que la tela no se deshilache una vez cortada. Lo normal es que se sequen al aire, y listo. Pero si queréis usarlo, y espero que esto no lo lean los abuelos, os cuento el truco de Sara (cien por cien cosecha propia) para que sequen más rápido y poder hacer el broche del tirón: colocó todas las tiritas encima del radiador de los abuelos, ¿qué os parece? Yo no sé nada, su tita la dejó. Bueno, en estos casos siempre es mejor pensar que cuando seca, la cola blanca es transparente. Corro un tupido velo, y sigo.

Una vez tenemos las tiras secas, las vamos cruzando formando una estrella, y según Sara, haciendo una «montaña» tan alta como queramos. Calculo que ella colocaría unas tres capas. Pero esto es al gusto del consumidor. Se pegan en el centro sólo, con un poquito de la mezcla de cola blanca y agua que ya teníamos preparada.

Broche no ñoño para niñas

Por detrás la remató pegando un círculo de goma eva, que puede hacerse por ejemplo, dibujando el contorno con un tapón. 🙂 Sara lo dejó así, y ya en casa le pegamos, también con cola blanca, un arfiler de los que usamos para hacer estas chapas que ya os enseñé en el blog.

Lo terminamos todo con un adorno en el centro del broche. Recortar un corazón para este broche puede ser un toque final perfecto.

Broche monster high

Es muy sencillo de hacer, y un regalo estupendo. Perdonadme, pero tendréis que entender que se me esté cayendo la baba mientras escribo. Hay muchas cosas en el blog, la mayoría, hechas por ella. Normalmente las manualidades que hacemos son un mano a mano, las vamos haciendo las dos a la vez. Otras veces, se pone a diseñar (me hace muchísima gracia cuando ell amisma me dice ‘mami, necesito diseñar’) como cuando hicimos los porta velas de Navidad. Pero esta vez fue ella la que tuvo la idea de ponerse con esto. Ella sola vio los materiales, pensó en la manualidad, y la hizo enterita. Es un ejercicio muy bueno.

Os sirve cualquier retal que tengamos por casa. Cualquiera. Y os aseguro que quedan cosas de lo más resultonas. ¿Os atrevéis a enseñárselo a vuestras peques y destapar en ellas su vena diseñadora? Venga, contadme que soy toda ojos ¡y me rechifla leeros! Eso por no hablar de las fotos que de vez en cuando me enviaís… ¡Besitos!

Cuentos leídos y cuentos contados

Mural

Los que me seguís en twitter recordaréis el hashtag #asoñarconcosasbonitas, que nos llenaba de buenos pensamientos y nos dejaba relajados para ir a dormir. Durante mucho tiempo ha sido la forma de despedirnos de todos vosotros al acabar el día. Os parecerá una tontería, pero haberlo convertido en un ritual ayudaba a irse a la cama mucho más tranquilos. Me tendré que plantear el volver a recuperar la costumbre, porque os aseguro que he notado la diferencia.

Pero ¿a qué viene todo esto? Es una reflexión sobre lo importantes que son algunas rutinas para todos, peques y mayores. Nos gusta irnos a la cama tranquilitos, e intentar descansar por la noche y dormir bien. Como a todos, ¿verdad?. Por supuesto, seguimos cantando nuestras canciones. Eso no ha cambiado todavía, y mucho me temo que así seguiremos una buena temporada. Ahora hemos añadido también los cuentos. Después del baño, mientras esperamos a que esté lista la cena, hay una forma genial de ir disminuyendo la actividad del día, y es hacer un rincón de cuentos y leer unos cuantos. Elegimos uno cada uno, y los leemos tranquilamente. Lo del rincón de cuentos ya lo hacíamos desde hace tiempo de vez en cuando, a cualquier hora del día. Lo de ponerlo en la noche ha sido una cuestión de supervivencia. O tranquilizarse un poco para que descansemos todos, o acabar de los nervios. Leerlos cuando ya nos vamos a dormir no nos va muy bien porque una vez en la cama, preferimos tener la luz apagada. Así que en la habitación, a cantar o cuentos… pero esta vez contados, mejor si son inventados, pero no leídos. En este post nos dan consejos para contar cuentos sobre cuales tienen que ser los ingredientes principales para aprovecharlos a tope: simplicidad, emociones y mantener la intriga hasta el final. Sin ser una experta, yo añadiría que les viene bien a ellos, y nos viene fenomenal a nosotros… aunque solo sea por ayudarnos a desconectar y poner el coco a pensar en algo distinto a lo que hemos hecho todo el día.

Lo del rincón de los cuentos es lo más. ¿Qué hacemos para montarlo? Elegimos bien una esquinita de la casa, y llevamos a ella todos los cojines que encontremos en cualquier habitación. En las estanterías los cuentos van rotando, para que los que están más a la mano también cambien. Pero, cosas de la vida, los preferidos son siempre los de la parte más alta. Sara los llama los ‘cuentos olvidados’ (cada vez que lo dice me da una pena horrible, y los vuelvo a reorganizar todos). No os voy a hablar de lo bueno que es leer para los niños, hay muchísimos artículos estupendos que hablan del tema. Aprenden cosas nuevas, estimulan su imaginación, desarrollan el vocabulario, se ejercita la memoria, etcétera, etcétera. Pero a mí lo que más, lo que más me gusta de todo, es acurrucarme con ellas y pasar un buen rato abrazadas.

Perfecto todo para irnos a dormir, ¿no os parece? ¿Me contáis que rutinas tenéis vosotros a la hora de iros a la cama?

Por cierto, la foto del post es de una manualidad que publicamos en el blog y gustó bastante. Si queréis, podeís encontrar el paso a paso aquí.

Que seas tan feliz que no sepas si vives o sueñas

El mejor deseo

Hace unos días lo leí, y me pareció de lo mejor que se le puede desear a una persona, así que lo he querido compartir con todos.

Me parece que la época en la que termina el verano y empezamos curso es como el fin de año. Todos llegamos con un montón de nuevos propósitos… nos apuntamos a cursos, retomamos los gimnasios, empezamos a hacer colecciones… ¡que sé yo! De ahí esta forma de abrir el curso en el blog.

Empiezo el año así, despacito, pero cargada de ideas para ver y hacer durante los meses que viene. Un montón de anécdotas y manualidades super fáciles, probando alguna técnica nueva y con mucho, muchísimo color. Si os quedáis por aquí, será un placer ir enseñándoos poquito a poco todo.

Por cierto, si queréis probar a hacer un dibujo tan chulo como el de la foto con vuestros peques, os cuento cómo en esta entrada del blog.

Y hoy, como siempre, estaría genial que compartieseis el post en todas vuestras redes sociales. Pero lo que ya sería lo más, es que me comentaseis a continuación qué manualidades son vuestras favoritas cuando os ponéis a jugar con vuestros peques. Así voy tomando nota, y pienso en cosas que encajen también con vuestros gustos.

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