Lo he vuelto a hacer. He sacado a relucir el bote de los Hama Beads, o de las cuentas como decimos en casa, y nos hemos puesto manos a la obra. Esta vez, se nos ha ocurrido hacer unos imanes para la nevera, y la verdad, el resultado no ha podido tener más éxito. Los protagonistas han sido los personajes de la serie de dibujos Doraemon. Nobita, Sizuka, Suneo, Gigante y Doraemon campan a sus anchas desde hace unos días, por nuestra cocina.
Ya os hablé hace tiempo de estas cuentas. Me gustan mucho, porque cada vez que en casa salen a relucir, pasamos todos un rato de lo más entretenido. Tienen un efecto relajante en los peques que me encanta. Bueno, debería decir que tienen «normalmente» un efecto relajante… porque cuando Alba era algo más pequeña se divertía destrozando los dibujos antes de que estuviesen terminados. Eso, por no mencionar el par de veces que tiró el bote (abierto) donde las guardamos al suelo. Y claro, entonces el efecto es totalmente el contrario. En fin, corramos un tupido velo. Todo pasa, y ya es ella con casi tres años, la que también quiere ponerse a hacer sus diseños
En el blog hemos usado las cuentas en distintas manualidades, para hacer posavasos, o adornos de mariposa para las macetas de casa, entre otras cosas. Hay muchísimas posibilidades, es un juego muy creativo. Los materiales, bien sencillitos. Hoy vamos a usar cuentas de colores, una placa para colocarlas, papel de horno (para fijar las figuras planchándolas), y una plancha de imán autoadhesivo.
Si esta es la primera vez que te animas con los hama, voy a contarte el paso a paso. Verás que es bien sencillo. Comenzamos eligiendo el dibujo que más nos apetezca. Podéis pixelar cualquier imagen, pero si no se os ocurre por qué decantaros, sólo os tenéis que dar una vuelta por internet. Vais a encontrar montones de ideas.
Esta es la pinta que tienen las figuras terminadas. Para hacerlas, los peques tienen que concentrarse en copiar bien sus modelos, contar cuántas cuentas tienen que usar de cada color, e ir colocando todo despacito hasta que su dibujo va cogiendo forma.
En el siguiente paso, tienen que pedir ayuda a un mayor. Poniendo con mucho cuidado un papel de hornear encima de la figura, se plancha el dibujo con la plancha a media potencia. A la plancha no le pasa nada, tranquilos. Y eso sí, no la pongáis a tope si no queréis que se quede todo frito. Sí, sí, frito… literalmente. Doy fe. Mejor no tan fuerte, y que vaya fundiendo todo despacito.
Esta foto os la pongo para que veáis la pinta con la que tiene que quedar la figura después del planchado. Si la comparáis con la foto anterior, se ve que los círculos de cada cuenta se han cerrado un poco, y que todas parecen pegadas al papel. Bueno, no lo parecen… están pegadas.
¡Que no cunda el pánico! Sólo hay que esperar un par de minutos a que enfríe un poco, y podremos levantar el papel despacito, y sin ningún problema. La figura aún estará blanda por el calor, así que mejor si la sacamos del molde y la dejamos enfriar sobre una superficie plana para que no se abarquille. Mientras, preparamos el imán de la parte trasera.
Yo tenía imán autoadhesivo en casa, pero esta manualidad es una oportunidad de oro para reciclar todos esos imanes feísimos, atroces, que invaden nuestra nevera. Total, los teléfonos para pedir la pizza de turno están todos a un click en internet… No hay dolor, recortáis uno de esos imanes, y lo pegáis en la parte de detrás de vuestra figura con lo que prefiráis, un pegamento de contacto fuerte, o silicona caliente.
Tuve una mini discusión con lo que es la parte de atrás, y lo que es la parte de delante de estas figuras, porque como veis, la apariencia cambia bastante de un lado a otro. Decidid vosotros, cada uno elige el lado que más le gusta para dar la cara.
Así de mono ha quedado nuestro Doraemon, que se va a encargar a partir de ahora de recordarnos los eventos más importantes de la casa, y de sujetar las últimas obras de arte que nos salen en los ratos libres.
Os lo estoy avisando… Si empezáis, va a ser difícil parar, y puede que acabéis haciendo a toda la panda. En la siguiente foto podéis verlos a todos y copiar los modelos perfectamente.
No me digáis que no queda mucho más alegre y colorida la nevera con estos imanes, que con los de los teléfonos de los restaurantes a domicilio (de los que encima solemos tener enemil repetidos). Y si encima los hacen vuestros peques, entonces ya no hay color.
Estad atentos al blog, porque dentro de poco voy a volver con las cuentas a cuestas. Tengo una manualidad en el tintero, que os va a gustar y os va a hacer pasar muy buenos ratos. Garantizado.
Y vosotros, ¿tenéis cuentas en casa? ¿Que es lo que os gustaría hacer con ellas?
Besos, ¡y no olvidéis compartir el post en todas vuestras redes sociales si os gustó!
Etiquetado:cuentas, Hama Beads, manualidades con imán, manualidades para regalar
nunca he usado hama beads, pero me gusta todo lo que veo, es tan… PIXELADO! 😀
Sí! Es super pixelado, ¡se hace lo que quieras! Empezar y no parar, vamos.
Geniales!!!
Oye, y tan alegres que han quedado!
Oye, nosotras hemos hecho ponys, pero no se me había ocurrido lo de imantarlos. Y en una tienda compré una lámina de imán, que va a ir perfecto para esto!!!
Pues ale! Te aseguro que la nevera gana bastante 🙂
Me encanta como queda todo cuando lo haces con hama beads, ese estilo tan retro de los pixeles es precioso, yo estoy ahora a ver si hago a los personajes de Hora de aventuras, a mis hijos les encanta esta serie.
La verdad es que queda muy chulo. Para mí sin duda, la mejor parte es hacer las figuras. ¡Es super entretenido! Gracias por comentar