Hoy hago un paréntesis en el blog, para reflexionar un poco sobre lo importante que es dejar espacio a los peques para que puedan desarrollar su creatividad. Aunque más que de desarrollo de la creatividad, habría que hablar de no atrofiarla. Todas las personas deberíamos encargarnos de no dejar nunca de entrenar la creatividad, porque nos da seguridad en nosotros mismos, en las relaciones interpersonales, y a la hora de resolver problemas. Casi nada. ¡Así que hacedme el favor de prestarle un poquito más de atención, que merece la pena!
Para los niños debería ser fácil: más tiempo para el juego, e incluso más tiempo para aburrirse si me apuráis un poco. Jugar al aire libre, disfrazarse, incluso tener tiempo para aburrirse son sólo algunas formas buenísimas de estar siempre creando, maquinando algo. No digo que los juegos dirigidos, con el móvil o tablet o en el ordenador sean malos. Tampoco lo es sentarse un rato delante de la tele. Hablo de equilibrar las cosas. Cada juego tiene su momento.
A estas alturas no voy a descubrir nada nuevo si os digo que me encantan las manualidades, ¿verdad? Nos lo pasamos genial con cada proyecto que hacemos en casa. En cambio, aunque las manualidades son algo creativo de por sí, y una herramineta potentísima para ejercitar la creatividad, también pueden convertirse en algo aburrido y monótono si no lo manejamos como es debido. Quiero compartir con vosotros algún consejo que en casa nos funciona requetebien, y luego me contáis los vuestros, por favor. Ahí va la lista.
- Supervisar la manualidad con los peques.
- Enseñar el paso a paso, pero dejando espacio a la creatividad de los niños.
- Practicar distintas técnicas y materiales.
- Ver y comentar otras manualidades.
- Diseñar haciendo bocetos y dibujos.
- Escuchar las ideas de los peques, y hacerlas.
- Nunca, nunca, criticar algo que hayan hecho los niños.
- Enseñar a los niños que las manualidades no tienen que ser perfectas.
- Relajarse y pasarlo bien todo el rato.
- Exponer la manualidad en un sitio bien visible de la casa.
Los dibujos de esta foto son una colección de ‘bocetos’ que hicimos hace un año para trabajar en una manualidad. Es increíble como cambian los dibujos de los niños en muy poco tiempo, los monigotes que hace Bombón1 ahora son completamente diferentes… un día escribiré algo sobre eso. Al final estas láminas no son más que dibujos, pero dibujos que usamos después para hacer alguna otra cosa, y eso les encanta a los peques. Después del día de los monigotes, tuve que escuchar alguna vez, ‘mami, necesito diseñar’. Señal de lo bien que lo pasamos. Eso sí, tened claro que como lo estén pasando bien, vais a acabar agotados porque a ellos les duran mucho, pero mucho más las pilas que a nosotros.
Ya os he contado en el blog el día que pintamos con patatas, o las postales con plastilina. Son manualidades que están 100% hechas a la manera de Bombón1. Los niños son increíbles, aprenden de todo lo que ven. La semana pasada le regalaron un conejito de escayola para colorear, y adivinad que es lo primero que hizo: colocar muy bien la figurita, las pinturas y su pincel, y pedirme el móvil para hacer unas cuantas fotos. Y me vais a perdonar, pero ‘se me cae la baba’ es poco para decir como me siento cada vez que hace estas cosas.
En este post, más que decirme lo que opináis de él, me gustaría que me dijeseis si dedicáis tiempo a hacer manualidades en casa, cuales son vuestras favoritas, y que consejos daríais para aprovecharlas a tope.
Y eso sí, si os gustó el post, ¡dadle al +1!.
Etiquetado:actividades creativas, beneficios de las manualidades, creatividad, Desarrollo de la creatividad, Manualidades para niños
Claro que sí! Lo importante es disfrutar, relajarse, pasar un buen rato.
Besitos
Eso, ¡y no preocuparse de las cosas que se puedan manchar!
Hola preciosa,
Estoy de acuerdo, al leer los distintos puntos, te iba a comentar que dejando el espacio para que ellos mismos puedan ejercer su creatividad, pero ya ví que lo tienes recalcado en el segundo punto.
Nosotras hacemos manualidades en casa, con pintura, plastilina, pegatinas… Mi hija mayor prefiere dibujar, la peque la plastilina.
Gracias, Marta 🙂
¿No te parece curiosísimo como cada uno vamos marcando nuestras preferencias desde pequeñitos? Las mías también son muy distintas en gustos, ¡es genial!