Un exceso de hama beads, purpurina de colores sin estrenar y estar ya en el tiempo de descuento para la Navidad, es lo que nos llevó a pensar en la manualidad que os voy a contar hoy. Me fue gustando el resultado, me fue gustando, y al final acabó convertida en una felicitación de Navidad. Y oye, me parece además de lo más chulo enseñarles a los peques que ya no saben lo que es una carta, qué es esto de las felicitaciones navideñas. Al menos en casa, prácticamente las únicas cartas que escribimos ya son las de los Reyes Magos. Probad a escribirla y enviársela a los abuelos, por ejemplo. Que los peques puedan ver cómo ‘viaja’ la carta. Les va a parecer magia.
Hicimos unas cuantas estrellas de Navidad con cuentas, con la idea de usarlas luego como sellos. Quedaron bastante chulas, un día si queréis os las enseño. Si os apetece ver un par de ideas más de qué se puede hacer con los hama beads, podéis echar un ojo a este otro post que publiqué hace tiempo. De todas las estrellas que fabricamos (madre mía, ¡hay que ver lo que cunden los botes de cuentas estos!), nos quedamos sólo con dos modelos para hacer la postal. Casi cualquier pintura nos va a valer para esto. Nosotros usamos pintura de dedos. Y antes de ponernos manos a la obra, hicimos una hoja de pruebas con todiiitos los colores de purpurinas y de pintura. ¿Adivináis cual fue el primer color elegido? ¡Exacto! ¡El rosa!
Nada más estampar el sello, con la pintura aún húmeda cubrimos todo el dibujo con purpurina. Y aquí sí que empezamos a liarla parda, porque vais a tener purpurina saliendo de todos los rincones, hasta el día del juicio final. Yo os aviso, por si acaso. Eso sí, los niños encantados, pero tú a la primera de cambio te vas con brillos azules al trabajo. Ya sabéis, ¡las cosas de tener críos en casa!
Enseguida se puede sacudir la purpurina que no se queda pegada a la pintura. Hacedlo encima de una bandeja, o de la tapa de alguna caja.
Como le queríamos dar un toque invernal a la postal, usamos sólo un par de tonos de azul, a pesar de todos los colorinchis que estuvimos probando antes.. La purpurina es también de color azul, pero es la misma en los dos casos. Lo que le da el color diferente es la pintura de debajo.
Y pusimos más y más sellos, no importaba mucho en qué orden, ni que el dibujo quedase marcado enterito o no.
Un mensajito escrito con pintura 3D de la que usamos para nuestro post de las vocales, y así es como quedó nuestra postal. Si le queréis dar un aire un poco menos ‘craft’, podéis descargaros alguna fuente navideña de las que pululan por internet estos días, y usarla para escribir lo que más os apetezca. Esta tarde mismo la escribimos, y la bajamos al buzón
¿Qué os ha parecido la idea? Este año podíais animaros a fabricar vuestros propios christmas. Seguro que si dejáis que los bombones les den su toque particular, se convierten en algo muy especial, ¿verdad? Estamos a primeros de mes, a tiempo de que la felicitación llegue justo antes de Navidad a su destino. Así que ¡os pongo deberes! Si os gustó la idea, animaros a compartirla para que a todo el mundo le de tiempo a hacerla.
Y vosotros, ¿sois de felicitar las fiestas con Christmas?
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¡El resultado es precioso! Vaya manitas tenéis bombones.
Muchas gracias 😉 Seguramente hagamos alguno más ahora que aún llegan a tiempo. Eso sí, seguramente el color cambie.
me encanta!! qué chulo!! me gustaría tanto recibir una felicitación así de bonita….. :o)
¡Claro que sí! Es que hay que mandar postales, ¡que estamos perdiendo la costumbre!
Me ha gustado un montón, reconozco que estuve mirandoel bote ese para comprarlo pero con lo peligrosa que es la enana, miedo me daba.
Nosotras este año hemos pasado al biy, pero tomo nota para las compis de clase.
Besos.
Bueno, bueno BIY! Pero si son facilísimos!!!
Y respecto al bote… lo visualizas, verdad? Pues cierra los ojos, e imagínalo abierto encima de la mesa del salón, e imagina también a una manita de una bebé de 18 meses que ha trepado a una silla para cogerlo. Pues eso, ¡nada que no se pueda solucionar con un poquiiiiito de paciencia!
Jejejej, soy fácil de convencer, ahora bien, a ver que rato consigo que no haya casi nadie en ikea 🙂