Siempre me lo he preguntado… si me gusta hacer fotos, si me encanta verlas y recordar los momentos que hay en ellas, si cuando son de mis bombones disfruto haciendo copias para los abuelos y mandándolas a los titos por correo… Entonces, ¿por qué me da taaaanta pereza descargarlas? Creo que es por organizarlas. O no. Aún no lo he descubierto.
Antes procesaba todas las fotos. Todas. Corregía ojos rojos, ajustaba la luz y nivelaba por lo menos. Con alguna aún me recreaba más. Una cosa importante que aprendí, fue a hacer limpia de lo que no nos interesa en la misma cámara, y a dedicar los ‘esfuerzos’ de procesado sólo a las mejores, o a las que hayamos elegido para distribuir. Aún así esto no ha conseguido evitar mi fobia a la descarga de fotos de las cámaras.
Así que me puse a buscar cómo podía gestionar mejor mi colección de fotos. Si encontraba algo super simple, pues mejor que mejor. ¡Oh-Dios-mío! Hay todo un mundo ahí afuera sobre el almacenaje de fotos. Yo no soy profesional, necesito ir al grano grano. Quiero algo rápido, lo más intuitivo posible, y que sirva para manejar una cantidad relativamente pequeña de fotos (porque es pequeña, ¿verdad?, ¿o no tanto?).
Os cuento aquí lo que ya estamos haciendo y funciona, y cositas a las que después de haberlas visto en internet, les daremos una oportunidad.
1. Este punto puede parecer una obviedad, pero es muy importante para que el mantenimiento posterior y las búsquedas sean efectivas: almacenar todas las fotos del archivo en un únco lugar, y a ser posible en un solo directorio.
2. Descargar las fotos según las vayamos haciendo en este directorio general. Y sea cual sea el origen: distintas cámaras, dispositivos móviles, CDs, correos de familiares o amigos… Cuanto menos tiempo pase entre que hacemos las fotos y su descarga, mejor.
3. Ordenarlas cronológicamente. En carpetas por años, y dentro de estas por meses. Los meses se pueden numerar antes: 01, 02… Así el primer mes que aparecerá en nuestra lista será enero y no abril.
4. Si hay alguna temática especial que nos haya hecho sacar un número considerable de fotos como ‘Vacaciones Lanzarote’, o ‘Boda Pepe’, se pueden hacer subcarpetas con estos nombres, pero las mantenemos en su mes correspondiente.
5. Tener siempre actualizada la fecha de la cámara, para que esta quede copiada en el archivo.
6. Si somos nosotros los que vamos a incorporar fechas bien a los directorios, bien a los archivos, será mejor usar el formato americano. De este modo se mantendrá siempre el orden cronológico.
7. Cuando procesamos fotos, y seleccionamos las mejores, nosotros creamos una carpeta en su correspondiente directorio con el nombre ‘Selección’. De este modo, podemos ahorrarnos tiempo, ya que tendremos super localizadas las mejores instantáneas.
8. Super importante… Hacer un backup periódico de nuestras fotos. Y es que hay que ponerse en lo peor pensando que el soporte que elijamos para almacenarlas, tarde o temprano fallará. ¿Os imaginaís todas vuestras fotos almacenadas en un disco duro externo que deja de funcionar? No sé a vosotros, pero a mí me costaría un disgusto serio, difícil de olvidar.
9. Tener siempre dos copias de seguridad, para evitar accidentes con una de ellas. Además, aunque parezca exagerado para el uso ‘doméstico’, lo ideal sería tener estas dos copias en localizaciones diferentes.
10. Ser constante en estas tareas.
Otras cosas chulas que me encontré. Para almacenar fotos en la nube me he enterado de la existencia de Shutterfly. Es gratis, y el almacenaje es ilimitado. Hay un software que parece funcionar bastante bien, para el backup de datos. Se llama Cobian Backup. También hay mucho software que ayuda con el almacenamiento de fotos. No quiero recomendar aquí ningún programa específico, ya que no los he probado. Me apunto el echarles un ojo y contaros si encuentro uno bueno para el uso no profesional, mis impresiones.
Las fotos que hacemos se convierten en nuestros recuerdos, en parte de nuestra memoria. ¡Vamos a mimarlas! Y si quereis compartir algún truquito que a vosotros os funciona, ya sabéis… estaremos encantados de leeros en los comentarios.
Lo hago similar. Lo que también estoy de acuerdo, y que no se me había ocurrido hasta que me pasó fue hacer dos copias de seguridad. Teníamos todas las fotos de la enana mayor en un disco duro extraíble, y se nos fastidió. Menos mal que yo tenía dropbox, pero aún así se perdieron unas cuantas.
¡Que pena lo de las fotos! Espero que no fuesen muchas.
Yo las voy almacenando por meses desde que nació mi primera peque y así las tengo guardadas. Luego, cada año hago una selección de unas 100-200 fotos que quedan en una carpeta independiente donde están las mejores y que luego mi suegro, que es muy apañado, se encarga de poner en un álbum, que él se curra y nos regala, de forma que aunque se perdieran las fotos, que están por sitios distintos, siempre nos quedan los álbumes, que como están en el salón, hojeamos a menudo, se los enseñamos a las peques y lo paños bien viendo cómo vamos cambiando 🙂
Ver las fotos no ellos es genial. Lo disfrutan un montón. Pero de tu comentario, lo que más me ha gustado ¡es lo de tu suegro! ¡Yo quiero!