Archivos Mensuales: diciembre 2012

Como comprobar que el verdadero Papá Noel ha estado en casa

imagePapa Noel va a venir a casa… ¡Qué nervios! ¿Verdad? ¿Tenéis todo listo para agasajarle como se merece y para hacer de esta visita un momento inolvidable? ¿Si? Vamos a ver si es así, con nuestra lista de imprescindibles para cerciorarnos de que ha estado en casa de verdad nada más y nada menos que el auténtico Papá Noel. Si queréis, la podéis revisar con vuestros bombones.

1. Antes de acostarnos tal y como marca la tradición, dejamos un polvorón y agua para Papá Noel y un par de zanahorias para los renos, y por la mañana, o por la noche si Papá Noel pasó por casa prontito, vemos que ha bebido el agua, los renos mordisquearon las zanahorias, y sólo quedan miguitas del polvorón. ¡Trabajar tanto debe dar mucho hambre!

2. Dejemos donde dejemos su carta esa noche (en la chimenea, o en la ventana si no tenemos chimenea), cuando nos damos cuenta de que Papá Noel ha venido y vamos a buscarla, ya no está ahí.

2. Llama al timbre de casa y suena una campanilla, y cuando vamos a abrir vemos que ha dejado allí todos los regalos. Seguro que uno o dos duendes súper majos le han ayudado a colocarlo todo. Esta es la mejor oportunidad de intentar verle. Si os atrevéis, abrid la puerta rápido.

3. Si habéis tenido la suerte de que llame a la puerta y os habéis atrevido a buscar a Papá Noel puede que le veáis. O puede que no, porque es muy rápido, y encima tiene que apresurarse porque tiene mucho, pero que mucho trabajo para una sola noche. No pasa siempre, pero nos han dicho que alguna vez al irse tan deprisa, han perdido por el camino algún muñequito pequeño. Pobrecillo, ¡Si es que además de trabajar tanto, lleva los sacos de regalos a tope!

4. Los paquetes son muy bonitos, especiales. El papel es distinto a los que vemos siempre, o tienen etiquetas, o llevan lazos…¡Y es raro, pero rarísimo volver a ver el mismo papel de regalo!

5. Los niños que viven en casas con jardín a veces han visto fuera y ya a la luz del día, las marcas que dejó el trineo de Papá Noel si lo aparcó por un momento ahí. En la ciudad esto no se puede ver tan fácilmente. Ya sabéis que lo de aparcar en estos casos está complicado.

6. En ocasiones hay niños que tienen la inmensa suerte de ver a Papá Noel en persona, e incluso de hablar con él. En estos casos no cabe duda de que Papá Noel estuvo en casa. Comprobaréis en persona el auténtico «Ho, Ho, Ho», y notaréis que no habla mucho y que no le gusta llevar ni relojes, ni pulseras, ni pendientes, ¡nada! Total, ¡con tanta ropa no se le verían!

Ya sabéis, papás… ¡Todos a intentar ‘cazar’ a Papá Noel, que los bombones necesitan vuestra colaboración! Seguro que no se os a a olvidar esta Navidad nunca. Y os animamos a compartir vuestros trucos, y a que nos contéis si usasteis alguno de los nuestros. ¡Feliz Navidad!

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Suzy Sheep, la mejor amiga de Peppa

imageTal y como se veía venir, después de hacer la familia Peppa Pig, hemos seguido haciendo personajes de la serie favorita de los Bombones. Hoy le ha tocado el turno a la mejor amiguita de Peppa, Suzy Sheep.

Los materiales son los mismos que hemos empleado en hacer a toda la familia Pig, y la técnica prácticamente igual. Cambia todo lo que es típico de una oveja (¡claro!): nariz redondita y rosada, orejas también redondeadas, y rabito algodonoso. Lo demás lo hacemos todo igual.

Esta es la breve historia de cómo ha llegado Suzy a nuestras vidas. «El día que Suzy llegó a casa, empezó siendo un montón de bolitas. Peppa y George creían que aquello eran pelotas, y se acercaron a jugar, pero enseguida se dieron cuenta de que algo se estaba tramando, y de que esas pelotas en realidad se iban a convertir en algo mucho mejor… A Peppa le gustó mucho esa bola rosita que era exactamente del mismo color que el vestido de su amiga Suzy. No sabía por qué, pero le daba buena espina, y bajo la atenta mirada de Mamá Pig que tampoco se quiso perder detalle, se quedó a ver como evolucionaba aquello que tenía ante sus ojos. Incluso hizo de modelo cuando comprendió que estábamos modelando a su mejor amiga, ya que sabe que ella y Suzy son exactamente de la misma talla. A George le pareció un poco rollo hacer de modelo (además de ser cosa de chicas), y se fue. Unos retoques por aquí, unos retoques por allá y… Tachaaaan! Ahí estaba Suzy preparada para vivir mil aventuras con su amiga Peppa.»

Lo siguiente que tenemos en mente hacer son unos buenos charcos de barro, ya que a Peppa y a toda la familia les encanta. Además hemos guardado una cajita que apunta muy buenas maneras para convertirse en la casita de Peppa Pig. Si quereis seguir viendo como evoluciona esto, estad pendientes del blog, que aquí os lo iremos contando.

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Y si os animáis a hacer las figuritas, ¡animaros a compartir sus fotos para que veamos lo bien que lo pasan!

Mis primeras Navidades

IMG_1882¡Ahora sí que huele a Navidad! Y es que la primera cena familiar, la Nochebuena, está ya a la vuelta de la esquina. Como este año disfrutaremos de las primeras navidades de nuestro bebé, estamos como locos planificando todo para que estos dias sean super alegres y que no se nos olviden nunca. Seguro que tendremos muchas, muchísimas cosas en la cabeza, intentando que esté todo controlado. Por eso, queremos compartir con vosotros unos pequeños consejos que esperamos sean de ayuda para estar más relajados y para que tanto el bebé como vosotros lo paseis fenomenal estas Navidades.

Vereis que simplemente aplicando el sentido común, el poder disfrutar de estos días como queríamos, va a ser mucho más sencillo de lo que parecía. Os pasamos la lista de los consejos que consideramos imprescindibles para tener unas primeras navidades de verdad, sobresalientes.

1. Respetar el ritmo del bebé. Este es el más importante de todos, y el que da el OK o invalida los demás. Si el bebé está relajado y disfrutando, nosotros también. Si el bebé muestra síntomas de irritabilidad o de cansancio, habrá que ir con él a un lugar tranquilo (estemos o no en nuestra casa) e intentar que duerma.

2. Mantener los horarios del bebé. No importa si los horarios se desplazan ligeramente, pero en líneas generales hay que mantener el ritmo diario del bebé. Los días que no tenemos reuniones familiares o de amigos podemos aprovechar para hacer que sean más relajados, a modo de ‘recuperación’.

3. Celebrar fuera, atentos a la seguridad. Seguramente sea mejor, si nos vamos a juntar muchos en Navidad, que las reuniones se hagan fuera de casa. Sacamos al bebé de su entorno, sí… pero a cambio tenemos a unos papás más relajados. Y eso también lo agradecerán nuestros bombones. ¡Claro que sí! Si no estamos en nuestra casa, tendremos que estar más atentos a la seguridad de los peques. Especialmente si ya gatean o han empezado a dar sus primeros pasos.

3. Observar la reaccion del bebé ante las caras nuevas. Todos están deseando disfrutar de las primeras navidades del bebé, y le quieren coger, dar mimos, besar, abrazar. ¡Genial! Esto les viene fenomenal a nuestros pequeños porque les enseña a socializar. Sólo habrá que estar pendientes a los síntomas que puedan aparecer de estrés. Y es que hay que hacerse cargo de que algunas de las caras pueden no ser tan familiares para ellos como para nosotros.

4. Fotos sí, pero con cuidado. A nosotros las fotos nos encantan, siempre claro está, que estas no agoten a nuestros bebés. En Navidad nos gusta hacer esas fotos que podemos usar como postales (vestidos de Papá Noel, con el árbol…), cualquier día tranquilos en casa. Durante las reuniones familiares, lo ideal es que la cantidad de fotos que hagamos no estresen a los más pequeños. No estaría de más que muchas de las fotos las hagais sin avisar, seguro que os sorprenden los resultados. Estas fotos como mucho sólo representan un problema para el fotógrafo, y sin que nadie se entere, permiten captar perfectamenmte la magia de esos momentos en familia.

5. Enseña al bebé los adornos de la casa. ¿A que vuestro peque se fija en todo lo que tiene alrededor? ¿A que pone atención a los detalles más pequeños? ¿Verdad que sí? Entonces, nada mejor que dejarle observar de cerca los adornos del árbol o las figuritas del belén. Hay que tener cuidado con ellos, sí. Pero ahí están, y en lugar de evitar que se acerquen a ellos, mejor pasar un ratito con ellos en brazos dejándoles satisfacer su curiosidad.

6. Saca a pasear al bebé para que vea las luces. El ambiente de las calles es especial. Y también a los bebés les gusta ver todos los adornos. No hay ningún problema en salir fuera si vamos bien abrigaditos. ¿O es que los niños de los países más fríos no pasean?

7. El bebé no necesita muchos regalos. Los niños tan pequeños no entienden absolutamente nada de Papá Noel, ni de los Reyes Magos, ni de por qué se hacen regalos, os lo aseguramos. Además, seguro que tienen la casa llena de juguetes. Con un detalle para recordar cual fue su primer regalo de Navidad, posiblemente sea suficiente. Lo que sí están listos para disfrutar en todos los momentos, es de los besos y abrazos de todos.

¿Que os ha parecido nuestra lista? ¡Os toca ampliarla con los trucos o consejos que os funcionen a vosotros!

Árbol de Navidad superfácil

imageEn este post os vamos a enseñar un arbolito de Navidad precioso, que vuestros peques pueden hacer para decorar la casa. Es una manualidad sencillita, y que no mancha. Y además para los más pequeñitos tiene otro punto a favor y es que es bastante rápida. Yo diría que lo pueden hacer niños desde los dos años.

Sólo hace falta cartulinas de colores, copos de maíz teñidos, tijeras y un cuchillo de plástico. Los copos de maíz los comercializa Playmais. Muchos los conoceréis, pero últimamente los he visto en muchas jugueterías también de otras marcas. Solamente tendremos que cortar los copos de maíz en rodajas y las siluetas sobre las que pondremos nuestros ‘adornos’. Lo demás, incluso elegir los colores, es cosa de la imaginación de los bombones. Nosotros hemos hecho árboles, pero se pueden hacer también bolas, estrellas… Lo chulo de este material es que se pega con una mínima cantidad de agua, y además se le puede dar algo de forma con los dedos.

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Bombon1 (3 años) ha hecho unos cuantos este mes, porque le divierte muchísimo. El azul lo hizo para felicitar  Navidad a su profe. La idea de añadir la flor que veis en la primera foto, fue de ella. ¡No me digáis que no quedan chulos!.

¿Os contamos un secreto? ¡A los abuelos se les caerá la baba si los nietos les regalan uno de estos! ¡Decidnos que os parece la idea y si os vais a animar a probar!

Risas, sonrisas, hadas y bebés

imageDicen que cada vez que un bebé ríe por primera vez, nace un hada. ¡Vaya! ¡Así qué yo he tenido la inmensa suerte de ver nacer a dos hadas! La verdad, no se me ocurre mejor historia para ilustrar el sentimiento de ver la primera sonrisa de nuestros bombones.

Y esta sonrisa evolucionará muy rápido, como todo en nuestros bebés. Sonrisa con la boquita cerrada, sonrisa sin dientes (¿no os parecen de lo más seductor?), sonrisas con sus primeros dientecitos… El feto ya sonríe. Seguro que más de uno habéis visto sonrisas en las ecografías 3D. Esto es en realidad un acto reflejo de los músculos faciales, que no es indicador de nada, aunque desde luego da muchísima satisfacción verlo. Más tarde, en las primeras semanas de vida, el recién nacido sonríe ocasionalmente, sobretodo cuando está tranquilo o dormido. En este caso aunque la sonrisa aún no responde a ningún estímulo externo, sí se puede interpretar como un indicador de bienestar. Es en torno al primer mes cuando aparece en el bebé la sonrisa social, en respuesta a estímulos externos, como por ejemplo la voz de sus papás.

Esta última sonrisa, la sonrisa social, también tiene su evolución. Las primeras son prácticamente mudas, luego empiezan a ir acompañadas de algún sonido… Pero nuestra preferida son las carcajadas. Por contagiosas. Y es que tener a toda la familia llorando de la risa por, por ejemplo, el sonido que hace un papel al rasgarlo, no tiene precio. Las primeras carcajadas de Bombón1 llegaron en torno a los cuatro meses, pero en esto como en todo lo demás, cada bebé es un mundo. Hubo unos meses en que lo más gracia nos podía hacer, era oir el disparo de una cámara de fotos o encontrar un papel de polvorón.

Y vuestros bombones, ¿con qué se mueren de risa?

¡Imaginación al poder!

imageMe paso los días leyendo curiosidades sobre los bebés y niños pequeños. Leer, leer y leer. Creo que dentro de poco tendré que ir a que me gradúen la vista. Y al final, realmente no sé para qué tanto, cuando tengo toda esa información metida en casa.

Hace exactamente dos días leí que la imaginación de los niños de tres años está muchísimo más desarrollada que la de los niños más pequeños. Con esta edad no se les pasa ni un detalle, y pueden imaginar cosas que nos cueste creer que han salido de sus cabecitas.

Doy fe de ello. No me remontaré a hace no muchos días para ilustrarlo. Os he hablado en mi último post de Dabadum, ¿verdad? Bien, pues uno de los talleres en los que participó Bombón1 estaba organizado por una compañía que presentaba un jabón para niños muy chulo, la verdad. O al menos eso me pareció el día de la feria, porque ahora tengo sentimientos encontrados respecto al mismo. El jabón en cuestión se puede modelar como si fuese plastilina y huele muy pero que muy bien. Así que cuando lo vimos, allá que fue Bombón1, muy dispuesta a seguir todas las indicaciones que le diesen para traerse a casa un par de pastillitas de jabón con forma de corazón monísimas. Esa misma noche ya dejaron de ser corazones para convertirse en una pelota sin forma muy definida. Bueno lo usamos, nos lavamos bien las manitas antes de irnos a la cama, y se quedó en la jabonera del lavabo. Olía taaan bien, nada me hacía sospechar lo que me había traído de la feria en realidad.

Había sido un día muy intenso. Nos fuimos a la cama a dormir a pierna suelta… o al menos a intentarlo. Como siempre, Bombón1 fue la primera en salir de la cama (sí, sí, como siempre. Una historia que ya os contaré en otro post). Un poquito más tarde preparamos el desayuno, y al ir acercándome al salón lo volví a oler. Que jaboncitos más chulos, y que bien olían. Era el ambiente perfecto para desayunar con calma un día de fiesta. No os imagináis, repito, no os imagináis mi cara al entrar en el salón. Había miguitas de jabón pequeñas, pequeñísimas, diminutas, por todas partes. En el suelo, en los muebles, y en su trona. Me alegro muchísimo de haberme contenido y haber preguntado antes de decir nada más. Así me pude enterar de que lo que a mí me parecía el mayor desastre que podía padecer un día de fiesta antes de desayunar, era en realidad un camino de polvo de hadas estratégicamente colocado para indicarle a Campanilla cómo llegar a nuestra casa (las últimas miguitas estaban esparcidas encima de su trona, que no estaba donde siempre, si no arrimada con precisión a la ventana para que la entrada de Campanilla fuese más sencilla).

Lógicamente, teníamos que recoger aquello. Como Campanilla no había venido, a Bombón1 no le importó demasiado hacerlo. Me dio un poco de pena que Campanilla no viniese, porque tengo clarísimo que pocas veces habrá tenido a su disposición un polvo de hadas tan real e indicaciones tan buenas sobre cómo llegar a su destino.

Con todo recogido, me fui a buscar a Bombón2 que aún estaba en su cuna, para que desayunase. Olía muy bien, olía al jabón de la feria. Toda ella. Sus manos, su cabecita… ¡Pero ella había estado todo el tiempo en la cuna! Enseguida empecé a pensar en la conexión que podría haber con la historia de Campanilla. Lo siento, pero por más que indagué, no pude sacar nada en claro.

Decía el artículo que leí que es justo ahora cuando empiezan a desarrollar esta imaginación tan fantástica. Así qué habrá más historias, ¡seguro!. Merecerá la pena no perder los nervios por el camino y pararse a preguntar.

¡Fijo que vosotros tenéis unas cuantas, os invito a compartirlas, seguro que lo pasamos fenomenal!

Hay una feria, con muchas cosas… Dabadum

DabadumEste puente pasado en IFEMA, estuvimos de feria en Dabadum, en la segunda edición del salón del ocio infantil en familia. Algo similar al antiguo Juvenalia. Está orientado a niños de cero a doce años, y pensado para que vayan con sus familias o con sus coles. El año pasado ya estuvimos, y desde que salíamos del parking ya teníamos clarísimo que volveríamos.

Queríamos compartir aquí nuestra opinión de la feria, ya que esperamos que tenga una vida muy larga y poder repetir muchos años. Si buscáis leer qué tal fue la edición del 2012, aquí tenéis unos apuntes y consejos para visitarla en un futuro.

Edad. Una duda que surgirá seguramente, es si la edad de los niños es buena para pasarse o no por la feria. En la primera edición Bombón1 tenía dos añitos, fue con algo de fiebre, y aún así se divirtió muchísimo. ¡Con deciros que a los dos días ella sola sentó a sus muñecos en la habitación y les cantó una canción contándoles que la feria tenía muchas cosas, os lo digo todo! Este año, tenía tres años (claro), y de nuevo fenomenal, y además venía Bombón2 ´con ocho meses. Creo que aunque para los pequeños de cero a un año hay alguna cosa, la oferta es limitada y tal vez no tenga mucho sentido meterles en el cuerpo un día entero de feria. Entre dos y cuatro años, hay ya muchas actividades. En muchas de las que participen ellos serán los más pequeñitos, pero será genial verles disfrutar entre ‘los mayores’. Y en muchas otras, los papás están invitados a participar. Divertidísimo. El principal problema que veo aquí son las siestas, ya que normalmente con esta edad aún están acostumbrados a dormirlas. Le sugeriría a la organización que se habilitase una zona para esto. Los papás que crean que puede ser útil, que se lleven su carrito para que al menos echen una cabezadita ahí. Este año nos pasó factura el sueño de la siesta (muy brevemente, porque cuando empezamos a pensar seriamente en volvernos a casa, se pasó el bache del sueño y las pilas volvieron a estar al 100%). A partir de los cuatro o cinco años ya no hay nada que pare a los pequeños, y la oferta de actividades es enorme.

Duración de la visita. Hay muchas cosas, como bien dice la canción que les compuso Bombón1 en el 2011. Así que podeis planificar la visita como de día entero. Vais a cansaros, así que intentad dormir antes bien. Allí mismo sin salir de los pabellones hay zona de picnic y cafeterías para comer. Y fuera de los pabellones aunque aún dentro de Ifema hay algún restaurante más de comida rápida.

Planificación. Si vais con niños muy pequeños, es importante tener en mente algo que nunca debemos olvidar: es importante ir siempre a su ritmo, sin forzar. Algunas actividades tienen tiempos de espera larguísimos, que en ocasiones merecen la pena y otras no tanto. Cuando estuvimos en el 2011, decidimos no hacer nada de lo que tuviese mucha cola. Fue genial, estuvimos el día entero de aquí para allá, y no agotamos la agenda del día. Esto me lleva a daros otro consejillo, no está de más echar un ojo a la programación cuando esté disponible en la web y hacernos una composición de lo que os apetecería ver o dónde nos gustaría participar. Este año sí esperamos para alguna actividad, pero intentando que las pequeñas estuviesen entretenidas mientras tanto.

Actividades. ¿Que se hace? Pues la oferta es bastante variada… Para que tengais una idea, nosotros volvimos a casa con cartas para escribir a los Reyes, adornos para el árbol, un muñeco al que, en teoría y con cuidados, le crecerá césped en la cabeza, figuritas de plastilina, jabones, láminas coloreadas, dibujos, un disfraz de vaca… todo hecho por la ‘mayor’. Además bailamos, cantamos, saludamos a Pocoyo,  nos pintamos la cara, participamos en construir un mural del fondo del mar, leimos cuentos, participamos en una cata, vimos a los Reyes Magos ¡en persona! que aparecían cuando menos lo esperabas, nos disfrazamos, jugamos al Criss-cross, al Zingo y con Bugsy, nos volvimos a pintar la cara, y nos hicimos muuuuchas fotos. Hay teatro y cine, charlas para los papás… Como veis, bastantes cosas sin necesidad de hacer colas super largas, y suficientes para agotar al menos a un peque de 3 años. ¡Y a los no tan peques… que esa noche dormimos todos fenomenal!

Bombón1 dejó Dabadum llorando. Nuestro mejor indicador de que hay que volver el año que viene. Va a ser para nosotros la antesala de la Navidad.

Fiesta de la Navidad

Montar arbolTodos sabemos que los peques son fiesteros por naturaleza, y siempre están dispuestos a darlo todo y más si ese todo huele a diversión. Así que este año, cambiamos el perezón de sacar el árbol por la Fiesta de la Navidad 🙂 Seguro que viendo a los bombones divertirse se haría más llevadero. ¡Y así fue!. No sólo eso, si no que estábamos deseando que llegase el día. No os digo más que hemos creado una nueva tradición.

Claro que no os voy a descubrir nada nuevo con esto de montar el árbol. Pero os comento alguno de los ingredientes que tuvimos en cuenta para asegurar una tarde súper divertida por si os apetece copiaros.

1. Crear expectativas. ‘Envenenad’ un poco a los Bombones con los preparativos. Con un par de días de antelación, habladles de la fiesta de la Navidad. Con sólo oir ‘fiesta’, estarán deseando que llegue el día.

2. Sin prisas. Elegid un día que los peques y vosotros esteis descansados y que al día siguiente no haya que madrugar.

3. Planificar. Mínimamente. Hay que pensar el día, y lo que se va a hacer. Porque montar el árbol no lleva tanto tiempo como nos parece cuando todo está recogido. Así que será de ayuda pensar en algún juego epecial. Además, puede que necesitemos comprar alguna cosita para ese día… mejor si no nos pilla el toro.

4. Participar. Toooooodos a colaborar. Los peques se sentirán involucrados, y viendo sus caritas esto de montar el árbol será coser y cantar. Pueden ir al trastero a por las cosas, sacar de la caja los adornos (esta es la parte más divertida, porque de año en año ya no recuerdan lo que había), colgar cositas en el árbol…

5. Invitar. Si hay alguien en la familia a quien le guste todo esto, invitarle para que se pase por la fiesta. Es una ayuda, y los peques estarán encantados. Eso sí, es la fiesta de la Navidad y eso también se tiene que notar en los invitados.

6. Ponerse en el papel. Muy importante. Todos vestidos de rojo, blanco, azul marino o verde oscuro. Para los peques, compramos pijamas de pequeños ayudantes de Papá Noel. No os olvidéis de los gorros de papá y mamá Noel. ¡También para los invitados! No os saltéis este punto, porque a los niños les encanta disfrazarse y comprobar cómo los adultos se ponen a su nivel. Veréis que las fotos van a quedar muy divertidas.

7. Merendar. Porque habrá que retomar fuerzas cuando ya esté todo chulísimo. Una idea genial que gusta a mayores y pequeños, son las tortitas con nata. Es facilísimo prepararlas y enseguida están listas.

8. Cantar. Uno o dos villancicos que sean sencillitos. Para que podamos aprender la letra rapidito e incluso inventar una coreografía.

9. Manualidades. Según veais a los peques, porque puede que ya estén algo cansados. Si la metéis en el plan tiene que ser muy sencilla, navideña, y que se pueda quedar expuesta en la casa. Cada vez que la vean, los peques se acordarán de lo bien que lo pasamos preparándolo todo.

10. Leer. Alguna historia de Navidad. En casa siempre apetece, porque junto a los adornos del árbol siempre guardamos los cuentos de Navidad. ¡Y siempre son nuevos!

¡Después de un día tan chulo, a dormir y a soñar con cosas bonitas! Nosotros seguro que repetiremos el año que viene.. ¡Fue una tarde divertidísima!

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